Twitter es un universo paralelo maravilloso. Un microclima como pocos. Ahí pasan cosas, cosas chiquitas pero sintomáticas a las que hay que prestarles un poco de atención. Un poco, no mucho.
La cuenta del Congreso tiene pocos seguidores (menos aún que Gombrowicz, nos gusta creer), y en los últimos días varios tuiteros (la mayoría sin nombre, pero tuiteros al fin) nos hicieron conocer lo que pensaban sobre el evento #ContraLosEscritores. Y como Twitter no ayuda mucho a desarrollar argumentos (ni a ellos ni a nosotros), éste nos parece un buen espacio para responder algunas cosas. ¿Por qué responder? Porque los diálogos son necesarios, porque vale tomarse el tiempo y el esfuerzo de hacerlo (inclusive cuando estamos hasta las manos con la organización del evento), porque es una buena manera de seguir insistiendo con que la gente lea a Gombrowicz y porque, en definitiva, podemos y queremos.
Vamos con algunos aspectos y nuestra posición al respecto. Podríamos resumirlos en 7 puntos:
- El evento se farandulizó
Es verdad, se farandulizó. ¿Fue natural? No, fue una búsqueda y ni les contamos el trabajo que viene llevando poder juntar a estas personas arriba del escenario. No creemos que la farandulización sea mala per se, sino que bien utilizada puede potenciar cosas buenísimas. Por ejemplo, que 480 personas vayan a un teatro a escuchar hablar de Gombrowicz durante más de una hora. Va a ser un evento cultural (esperamos que) inteligente, divertido, desacartonado, con mucho ritmo. La farándula es la excusa para que Gombrowicz llegue más lejos. Es el ariete.
- Pareciera que sin famosos no tendríamos evento sobre Gombrowicz
Bueno, bueno… ¿Ustedes escucharon hablar del Primer Congreso Internacional Witold Gombrowicz? Fue un eventito que hicimos en la Biblioteca Nacional en 2014, con 60 expositores de 16 países, por el que pasaron más de 1000 personas. El evento lo abrieron Horacio González y Teresa Parodi (en aquel momento Director de la BN y Ministra de Cultura de la Nación, respectivamente) y estuvieron varios de los especialistas más importantes en Gombrowicz de todo el mundo. También hicimos un ciclo de teatro, y un city tour, y una muestra de ilustradores, y una performance en Puan, y publicamos un par de libros, y una Biblioteca Gombrowicz con más de 300 textos de y sobre él, y una audiovideoteca con más de 60 audios y videos de y sobre él. Y otro eventito llamado “Gombrowicz en 1 minuto”, por el que pasaron 30 de los referentes culturales más conocidos de Argentina. De paso, estamos organizando el Segundo Congreso Internacional Witold Gombrowicz, que tendría triple sede: Buenos Aires, Córdoba y Tandil.
¿En serio parece que sin famosos no habría evento?
- Los personajes que invitamos no tienen nada interesante para aportar
Es probablemente el punto más curioso. No entendemos bien por qué se plantea esto. ¿Porque son famosos? ¿Porque son parte de publicidades de empresas muy grandes? ¿Porque son lindos? Hay gente que cree que los personajes son las personas, que las identidades son únicas e indivisibles, que si un tipo va y hace boludeces en la tele entonces es un boludo. Uno no es su trabajo, ni sus personajes. Uno es más, es otras cosas, es diferente a sí mismo. Y si invitamos a nuestros invitados es porque creemos y apostamos que tienen un montón de cosas para decir. Aunque algunos de ellos no hayan leído nunca a Gombrowicz. ¿No es ése el objetivo del evento?
- Es horrible que hayamos convocado a personalidades K, cuando Gombrowicz odiaba a Perón, al populismo y al nacionalismo.
Gombrowicz descorchó champagne cuando derrocaron a Perón. Dijo que 1955 (el mismo año en que renunció al banco polaco) fue el mejor año de su vida. Nadie como Witoldo escribió en contra del nacionalismo (lean Trans-Atlántico, es maravilloso) y se opuso al populismo en cualquiera de sus formas. Es todo cierto. Ahora bien: ¿Gombrowicz odiaba a los peronistas? ¿En serio piensan eso? ¿De verdad creen que el tipo que iba detrás de los indiecitos en Santiago del Estero, paseaba por Retiro y buscaba la compañía de gente joven, odiaba a los peronistas?
- Si hacemos #ContraLosEscritores es porque no leímos o leímos muy mal a Gombrowicz
La mayoría de los que hacemos el Congreso venimos leyendo a Gombrowicz hace rato. El director del Congreso acaba de defender una tesis doctoral sobre Gombrowicz. Todas las semanas nos escribimos con amigos witoldianos de todas partes del mundo intercambiando información, lecturas, obras de teatro, películas, ideas, hipótesis, chimentos y estamos en contacto con las editoriales que lo publican en español. Y con Rita, que es la viuda. Mientras hacemos este tipo de eventos investigamos, leemos, indagamos, entrevistamos gente. O sea: a Gombrowicz lo tenemos bastante masticado. ¿Tenemos la verdad verdadera sobre Witoldo? No. ¿Somos los dueños de Gombrowicz en Argentina? Vade retro. ¿Nos sentimos con confianza para hablar sobre él? Sí, bastante.
- Todo esto es una discusión que en definitiva solamente le importa a los escritores
A muchos escritores les gustaría que fuera así. Gombro es, al menos en Argentina, un autor de culto, para pocos. Nosotros queremos que eso deje de ser así, y por eso buscamos echarlo a la calle.
- A Gombrowicz no le hubiera gustado todo esto
Estamos de acuerdo. A Gombrowicz no le hubiera gustado nada de lo que venimos haciendo desde hace años, pero hubiera estado chocho. Nos habría bardeado fuerte, pero qué contento habría estado.
Estamos convencidos de que al autor de las formas hay que deformarlo.
Con Gombrowicz hacemos lo que podemos, lo que queremos.
No somos Gombrowicz, no queremos ser él.
No buscamos repetir su estilo. Sí aprender de él, incorporar herramientas, recursos, ideas, temas.
Les recomendamos que vean la versión de Cosmos que hizo Zulawski. El tipo leyó muy bien la novela, y la película que filmó, que nos parece excelente, parte un poco de esto que pensamos.
Desde el Congreso Gombrowicz festejamos las provocaciones y las chicanas. Nos gusta que nos corran, nos encanta, porque nos da la posibilidad de ponernos a pensar y salir a contestar, y mover algunas cosas. Siempre con respeto, claro, porque para discutir no hace falta ser agresivo, y acá Gombrowicz sí es un ejemplo: pocos tipos más cínicos, irónicos, sarcásticos y chiflados como él. ¿Alguna vez leyeron algo suyo puteando? Nosotros no.
El martes 16 hacemos #ContraLosEscritores. Es en un teatro para 480 personas, y es gratis. Vayan. Va a estar bueno.