Ña, ña… ñai, ñai…ñu, ñu… Espacios, ecos y resonancias de Yvonne, princesa de Borgoña

Con una alegría enorme les vamos a empezar a contar, a partir de hoy, todas las actividades detalladas del I Congreso Internacional Witold Gombrowicz, una por una. Quién expone, sobre qué, en qué momento, en qué lugar. Todo.

Es muy importante que recuerden esto: todas las actividades que se realicen en la Biblioteca Nacional son de ingreso libre y gratuito y no requieren de inscripción. Simplemente se acercan y escuchan todo lo que quieran. Y si quieren opinar, opinan.

Por ejemplo, el jueves 7 de agosto, a las 14:15 van a poder participar en la ponencia del catalán Iván Alcázar Serrat, ”Ña, ña… ñai, ñai…ñu, ñu… Espacios, ecos y resonancias de Yvonne, princesa de Borgoña”, que va a estar en la sala Cortazar de la BN y se puede resumir más o menos así:

A través de una sucesión de comentarios breves y entrelazados, la ponencia se propone establecer sendas miradas hacia Yvonne, para ver en qué espacios se ha movido esta mujer sin forma, qué ecos la emparentan, siempre silenciosa y sobrepasada, con otros personajes teatrales femeninos, y qué resonancias de su acontecer podemos encontrar en la prensa de nuestros días, una literatura de urgencia que esboza sus personajes siempre moviéndose entre la realidad, la caricatura y el absurdo. Proponemos primero una comparación entre tres montajes de Yvonne celebrados en la ciudad de Barcelona a lo largo de la última década, con dirección escénica de Andreu Leparski (2004), Xicu Masó (2007) y Joan Ollé (2008), comentando la caracterización de la protagonista y los espacios escénicos en los que ésta se mueve. Un segundo diálogo se establece entre Yvonne y otros personajes femeninos que habitan y emergen de la obra de dramaturgos como Samuel Beckett, o los catalanes Joan Brossa y Sergi Belbel. Finalmente, se comenta la escenificación y el tratamiento mediático que en la vida ”real” (de ”realidad” y de ”realeza”) han tenido otras Yvonnes de nuestros días, a la vez testigos, deconstructoras y víctimas de la formalidad de su entorno: la princesa Masako de Japón, Charlene de Mónaco, Letizia de España…